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• Canal: • País: Sinopsis: La ronca de oro es la historia de Helenita Vargas, una mujer que queriendo ser libre en una época terriblemente machista de los años 50s, donde las mujeres tenían más deberes que derechos y estaban condenadas a ser madres y esposas únicamente, encontró en cantar rancheras una manera de expresar su profundo deseo de libertad, venciendo todos los obstáculos de una sociedad prejuiciosa, comenzando por su familia. Esa música venida de México, que tras años de lucha le traería el éxito, fue el origen de las peores humillaciones y sufrimientos, pero también se convirtió en la banda sonora de sus dos grandes amores: uno que por poco acaba con su vida y otro que llenó sus días de felicidad. LEE PRIMERO (PARA VER LA SERIE CLICK AL ENLACE ESPERAR 5 SEGUNDOS Y LUEGO APARECE ALGO PEQUEÑO AL LADO QUE DICE SKIP THIS ADD DE COLOR ANARANJADO CLICKY LISTO Y DISFRUTAAAA NOVELA ALIAS EL MEXICANO ver novela bazurto. La Ronca de Oro es la historia una mujer que queriendo ser libre en una época terriblemente machista (años 50's), donde las mujeres tenían más deberes que derechos y estaban condenadas a ser madres y esposas únicamente, encontró en cantar rancheras una manera de expresar su profundo deseo de libertad,. La Ronca de Oro Capitulos. Capítulos - La Ronca de Oro Capitulos. Video Programas y Noticiero Univision. La Ronca de Oro Inicio Fotos. ESTE BLOG NO ALOJA ningún vídeo ni imagen.Todos los vídeos e imágenes que se muestran en esta Site se encuentran disponibles libremente en servicios de Internet como Tu.tv, Youtube.com, Videobam.com, Shippuden.tv, Imageshack.us, Photobucket.com entre otros. Instamos a todos los propietarios de derechos de autor, a reconocer que los enlaces contenidos en este sitio se encuentran alojados en otro lugar. En los enlaces está incluida la ubicación de los videos e imágenes para que conozcan en qué servidor Web se encuentran. 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Sin embargo, la forma de actuar y la determinación de Naruto demuestran a los demás que puede llegar muy lejos, y el recelo de los otros chicos se va disipando. Naruto Capitulo 1. Entra Naruto Uzumaki. Capitulo 1 - Llega: Naruto Uzumaki. Hace doce años atrás, el Zorro Demonio de Nueve Colas atacó Konohagakure provocando muertes y destrucción. Los Shinobis se alzaron en su contra para proteger a su pueblo. Entonces, un gran sapo aparece en el campo de batalla,. Naruto y sus compañeros Sakura y Sasuke, junto a su maestro Kakashi tendrán que enfrentarse a una serie de combates y misiones a lo largo de la historia que les permitirán mejorar y crecer. Naruto se vera enfrentado a sus principales enemigos Akatsuki, Itachi y Kisame. GFXanime.com 2016 - 2017 Renuncia: GFXanime.com es absolutamente legal y contiene solamente enlaces a otros sitios en internet: (Googlevideo, Youtube, Crunchyroll,Funimation,Daisuki,Hulu y muchos otros). 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La nueva serie diaria cuenta con un reparto coral formado por más de 20 personajes principales a los que darán vida Sheyla Fariña, Roger Berruezo, David Muro, Iago García, Arantxa Aranguren, Carlos Serrano-Clark, Sara Miquel, Inés Aldea, Marc Parejo, Sara Herranz, Sandra Marchena, Mariano Llorente, Alba Brunet, Marita Zafra, Anita del Rey, Juanma Navas, Cristina Abad, Inma Pérez-Quirós, Amparo Fernández, Raúl Cano, María Tasende, Miguel Diosdado, Aurora Sánchez y Andrea López. Este contenido no está disponible en Estados Unidos, Canadá y República de Chile por restricciones de derechos. Usted no va a delatarme. -Ya se lo dije. Si me delata, lo que va a sucederle ahora mismo también le pasará a todos aquellos a los que ama. -'Soy una mujer adulta'. Alguien sabe donde puedo ver los capítulos de la telenovela AURORA? Es que me he quedado en el 51. Mira el Capítulo 14 de La Prepago gratis por Telemundo, parte 4 de 9 (VIDEO). Capítulo 1 Emitido: miércoles, 06/25/14. Aurora Capítulo 1. Capítulo 26 Emitido: miércoles, 06/25/14. Aurora Capítulo 26. Capítulo 42 Emitido: miércoles, 06/25/14. Aurora Capítulo 42. Capítulo 58 Emitido: miércoles, 06/25/. Hola chicos hoy les traigo una nueva Telenovela de Aurora con todos los capítulos espero que la disfruten ya que día a día iremos enlazando capítulos de estas. Yo me quedo con mi familia. Tú haz lo que te plazca. -Te doy mi palabra de que nunca más voy a volver a fallarte. Vas a volver a sentirte abandonado por los tuyos. Voy a hacer lo imposible por sacarte de esta cárcel. -'Blanca debe dormir un poco'. Ahora vendrá Carmen a limpiar el cuarto. 'Los dos nos parecemos mucho'. 'Ambos hemos sido rechazados por aquellos a los que amamos'. Dos almas solitarias y apenadas. Necesitadas de comprensión. '¿Queréis saber cómo la sastra' y su hijo bastardo volvieron loca a la bella e inocente doncella? ¡Es una calumnia! He encontrado esto en la papelera de la alcoba de su hija. -Lo que te queda por hacer es transcribir lo que pone. -¿Por qué no me has dicho que tenías las señas de Diego? -Perdona, con todo lo de Lucía se me fue el santo al cielo. -No te preocupes. Ya me ha dado su dirección. Me pondré en contacto para que nos envíe las gemas. Que no veo el momento de poder terminar la joya y enseñársela a todo el mundo. -No dudes nunca de mí, diga lo que te diga tu hermana. El amor que nos une es real. Es más fuerte que nada. Juntas formaremos esa familia que tanto hemos ansiado y que se nos ha ido escapando de los dedos como arena. Pero para lograrlo. Blanca puede ser un obstáculo. ¿Entiendes lo que quiero decir? -Lo comprendo perfectamente, madre. ¿Y cómo acababa la obra? -No se pudo saber. Dicen que en cuanto el narrador dijo que el mayordomo era hijo de la sastra, doña Susana perdió los estribos e interrumpió la obra. -Qué pena habérmelo perdido. Y eso que Susana es de las personas del barrio de las que mejor concepto tenía. -Pero entonces, ¿son madre e hijo? -De no ser cierto, no le habría dado ese ataque de indignación, ¿no cree? Se limitaría a decir que es falso y a demostrarlo. -Claro que es cierto. Muy puritana, pero tuvo su desliz de juventud. Nada juvenil. Porque ya era una mujer hecha y derecha y con un hijo. Simón es más joven que Leandro, el hijo legítimo que está en París. -Yo no he tratado mucho con ella. Siempre la veo entrando y saliendo de la iglesia y no me lo esperaba. -A saber qué más tiene que hacerse perdonar. Anoche y esta mañana ha sido la comidilla del altillo. -Buenos días. Supongo que hablaban de doña Susana. -¿De qué otra cosa se puede hablar. Después de lo de ayer? -He pasado por la terraza de La Deliciosa y estaba a rebosar de gente comentando. Parece ser que fue un escándalo de los que marcan época. -Qué pena no haber estado para verlo. -Yo siento compasión por ella. Un error del pasado y le repercute décadas después. -Los errores siempre vuelven. Es una ley que deberían enseñar a los niños ya en la cuna. (Pasos) -Buenos días. -¿Qué haces levantada? Carmen te podría haber servido el desayuno en la cama. -Me encuentro con fuerzas. Prefiero unirme a todos en el desayuno y la charla. Me aburro en mi cuarto. -Debes pensar en tu hijo. -Has estado enferma. Parece que por fin os ponéis de acuerdo en algo. Os agradezco vuestra preocupación. Pero yo decido lo que me conviene. Y ahora me conviene comer, moverme y hacer vida normal. -Estoy de acuerdo. ¿Acaso creen que Blanca haría algo que perjudicara a su hijo? -Tal vez involuntariamente. -Carmen, hoy no tomaré café. A partir de hoy tomaré té con leche en el desayuno. Y algo de fruta. Todos deberíamos comer más fruta y menos pasteles. -Sí, señorita. -Samuel, ¿te ha dado tiempo de ir a correos? -Sí, le he mandado un telegrama a Diego. Espero que nos responda hoy mismo y nos diga cuándo podrá enviarnos las gemas que necesitamos para terminar tu diseño. ¿de qué estabais hablando con tanto interés cuando yo he llegado? Me ha parecido escuchar la palabra escándalo. -De doña Susana. ¿Sabías que es la madre de Simón Gayarre? El mayordomo de doña Celia. La muy taimada era la más pecadora de todos. Pese a que se jactaba de no haber pecado en su vida. El pecado que ocultaba. Llegó un día en forma de joven mayordomo. Un hombre que buscaba a alguien que la abandonó. A una mujer cruel. Venía buscando. -Doña Susana. -¿Has visto a todas ahí fuera? ¿Sabes lo que hacen? Arrastrar mi nombre por el suelo, sin piedad. -No debe prestarles atención. -Tantos años de ejemplaridad, de cumplir al dedillo con las normas de la Santa Madre Iglesia, de ser la más decente, la más devota, y en un día todo por tierra. -Mucho más que unos titiriteros deslenguados son necesarios para manchar una vida de servicios a los demás. -Es más fácil destruir que construir. Lo que lleva años levantar. Solo precisa de unos instantes para desmoronarse. -¿Ha visto a los vecinos? Reunidos como si nunca hubieran dado un mal paso. Criticando sin reparar en el daño que hacen. No eches más leña al fuego, que tu madre está desolada. -¿Has encontrado a los titiriteros? Ni los feriantes les conocían. Venían de otra ciudad. Está claro que fueron contratados para lo de anoche. -Ha sido el coronel. Nos la tiene jurada mucho tiempo. Y ahora se ha vengado. -Pues claro que ha sido él. Y que quien se lo ha contado ha sido Elvira. Sus promesas no son más que papel mojado. -Simón, no le des más vueltas. Todo el mundo se olvida, como ocurre siempre. Elvira tiene que pagar por su deslealtad. (DON RAMÓN) Lo que yo les digo es que no hay que creer todo a pies juntillas. Puede que sea verdad y puede que no. -Pues yo me lo creo. -Rosina, mi tía es una mujer de grandes principios morales. -No digo que no. Pero demasiado elaborado fue todo lo que dijeron los títeres, como para que sea mentira, Liberto. -Y si decís que se puso a pegar gritos como una loca, vamos, eso es como entonar el mea culpa. -Quizá fuese una invención para humillarla. -Eso solo lo sabe quien escribiera el texto. Y quien encargara que se representara en la feria. -En realidad, sabéis que yo no soy de condenar a nadie, pero. Desde luego es que la historia tiene sentido. Así cuadran muchas cosas. -Claro, es verdad. Susana siempre pendiente de Simón. Si la que más, la que menos, sospechamos que sus intereses eran otros, por Dios. -Por Dios, Rosina, pero ¿quién iba a pensar eso? -Algunas, Celia, algunas. -Eso le honra a usted. -Ay, mira, al final no eran amantes, sino madre e hijo. Que no sé qué es más o menos escandaloso. -Perdónenme el retraso. Está todo a rebosar. ¿Quieren tomar algo más? -No, tranquilo, Víctor, si la camarera ya nos ha traído todo. ¿Tú sabías lo de mi tía y Simón? Yo no estaría tan segura de que lo que dijeron los títeres fuese la verdad. -¿Siempre sabe las cosas antes que los demás? -Casi siempre. -Si vamos a estar el día entero desayunando y hablando de esa mujer, yo mejor voy a arreglarme. -Yo voy al despacho. Tengo unos asuntos que resolver. -Señora, he querido esperar a que estuviera usted sola. Es la transcripción de la carta de doña Blanca. No he querido sustraer los pedazos para no llamar la atención, pero podrá usted leerla. -¿Es fiel a la carta? -Palabra por palabra. No sé si hago bien en entregársela. Es algo muy íntimo de doña Blanca. -Al esposo de mi hija no va a gustarle nada lo que está puesto aquí. Pobre Samuel. Me gustará ver su cara cuando la lea. Pues no lo parece por tu mala cara. Pero bueno, estás mejor que hace unos días. -Pues aquí sigo. -Has hecho las paces con tu padre. Y tienes un abogado de los de postín. -Ya, Lolita, pero eso no es suficiente para salir de la cárcel. Hace falta mucho más. Es lo único que nos queda. Será a ti, porque a mí ya se me ha acabado. -Tu padre me dijo que fue un accidente. -Y eso es lo que fue, Lolita, no le des más vueltas. -Yo a ti te creo siempre. Digas lo que digas. ¿Has pensado alguna manera de dar con Belarmino? -Solo una, pero. No creo que dé resultado. -Si hay que perder, que sea después de haber luchado. -Hubo un hombre. Un hombre que quedó con Belarmino, el escultor que ideó el monumento. Él tuvo que conocerlo, así que podría testificar que sí que existe. Problema es que no me acuerdo cómo se llama. Era Sigüenza o algo así, pero no lo recuerdo bien. -Tienes que exprimirte la mente como un limón. -Hubo un periódico. Un periódico que reprodujo los planos el monumento, a lo mejor aparece su firma. -Se acabó el tiempo. -¿No nos da un minuto más? -Encontraré ese periódico. -Venga, fuera. -Ten cuidado. -Haces bien en decirle que tenga cuidado. Yo sabía que mi abuela era la madre de Simón. Me lo contaron mis padres cuando vinieron de París. -Víctor, yo soy de la familia. ¿Por qué nadie me dijo nada? -Porque para ella es muy difícil contarlo, Liberto. Para ella es doloroso y humillante. Quería que lo supiera el menor número de gente posible. -Entonces, todo era cierto. No era una maledicencia que alguien hizo llegar a los titiriteros. -Ya me gustaría poder desmentírselo. Pero ya le estoy diciendo que es cierto, sí. Creo que todos tenemos que entender a mi abuela. Pasó momentos muy difíciles cuando eso sucedió. Y muy mala ha tenido que ser la intención de quien haya hecho que se conociera su secreto de una forma tan humillante. -¿Y quién sería el padre? Por la edad de Simón, el padre de tu padre no pudo ser. Porque ya había fallecido. -Rosina, no seas morbosa. -Pero si no es por ser morbosa, es por entender todo esto. ¿Y dónde se criaría, con quién? -Buenos días. Qué bien encontrarles aquí reunidos. Gracias, don Ramón. Supongo que estarán hablando de lo de los titiriteros de ayer. -Pues sí, pero deberíamos estar hablando de la recaudación de la feria. Que servirá para ayudar a los desfavorecidos. -Un propósito muy loable, querida Celia, pero harto imposible. Supongo que tú sabías el secreto, ¿no, Víctor? ¿Y usted, Liberto? ¿También estaba al cabo de la calle? -¿Y tú, María Luisa? Eres casi de la familia. -Contesta, María Luisa. -Lo sabía tanta gente, que cualquiera puede haberse ido de la lengua. Es lo que tienen los secretos. Que son imposibles de guardar. -Está claro que ha tenido que ser asunto del coronel. ¿Quién si no le tiene inquina a Susana? -Es posible que Elvira también lo supiera. Vaya, parece que todo el mundo lo sabía menos usted, Liberto. Es el único para el que realmente ha sido una revelación. Siendo de la familia, digo yo que ha de escocer. -Dejemos que cada uno maneje su vida según su criterio. Cada uno en su casa y Dios en la de todos, como reza el refrán. -Cuánta razón tiene, don Ramón. Cada uno tiene sus cuitas. Hablando de todo un poco. ¿Su hijo Antoñito sigue preso? -Mi hijo es completamente inocente. Muy pronto saldrá en libertad. Esta misma semana. -No sabe cuán feliz me hace escuchar eso. Lo último que leí en el periódico no era muy halagüeño para él. ¿Será verdad que ese tal Belarmino solo existe en su imaginación y en las componendas que ha hecho para poder cobrar todo el dinero de los monumentos? Espero que no. -¿Por qué debe tener cuidado mi novia? -Siempre es bueno andar con cuidado. -No le consiento que la amenace. -¿Cómo ha dicho? No me consiente. ¿No se ha dado cuenta de que yo soy el carcelero y usted un simple prisionero? -Tengo derechos. -A permanecer callado tiene derecho. Ya sabe, boca cerrada y nada de intentar escapar. O tal vez no encuentre a su adorable novia cuando salga, ¿estamos? Vamos para la celda. ¿Deseas algo, Carmen? -Solo le traía un vaso de limonada. -El diseño del colgante es muy bonito. -Sí que lo es. Blanca tiene un talento especial. A mí solo me queda trabajar la parte técnica para que el resultado sea igual de bello que ella lo imaginó. ¿Se te ofrece algo más? -No, señor, perdone. -Carmen, lleva estos pasteles a la cocina. Los tomaremos esta tarde con el té. -Hoy, La Deliciosa estaba más amena que nunca. -Y supongo que el tema de conversación sigue siendo doña Susana. Ella, Antoñito Palacios, hay de todo para escoger. Pero aquí en casa tenemos asuntos más importantes. No deberías ser tan permisivo con Blanca. Está embarazada, necesita reposar. -Blanca está bien. Ella decidirá lo que es más conveniente. -No seáis insensatos. Lo único que quiero es vuestro bien, y el del niño que esperáis. Conozco a mi hija mucho mejor que tú. Hasta sus pensamientos más íntimos conozco. -¿Es para mí? -Desde luego. Es una invitación para que la obra de Jaime Alday forme parte de la exposición de bellas artes y de arte decorativo. -Esta exposición es el evento más importante de la ciudad. Y es todo un honor que se pida la obra de mi padre. La joyería nunca suele hacerse huecos en dichas exposiciones. -Es una oportunidad que no podemos desperdiciar. No solo deberemos ceder a las obras ya realizadas y sus diseños, sino también a las ideas que tu padre tenía en la cabeza y que no salieron del papel. -Su cuaderno. -Es la mejor ocasión para dar a conocer su ingente talento. Tal vez podríamos presentar el diseño del colgante Ana que tiene mi padre en su cuaderno. Siempre estuvo muy orgulloso de él. -¿Se puede saber qué hace? -Qué preguntas son esas. Con una escoba en la mano, ¿qué voy a hacer?, pues barrer. ¿Y para barrer la acera no sería mejor que saliera usted a la calle? -A mí no me paga el ayuntamiento, a mí me pagan los vecinos de Acacias 38, y mis obligaciones llegan hasta donde llega el palo de mi escoba. -Lleva toda la vida barriendo toda la acera y, ¿ahora me sale con eso? -Porque llevo toda la vida haciendo una labor que no me corresponde. Si me hubieran pagado por horas las horas que me he tirado barriendo la acera, a estas alturas ya tendría un vehículo para pasear los domingos. -¿Y no será que le da a usted miedo pisar la calle? -¿A mí miedo? Yo no conozco el miedo, hombre. De mí decían en Naveros del Río que era capaz de matar 10 toros. Claro, que también exageraban un poco, ¿eh? -¿A quién le debe usted dinero ahora? -O sea, que primero me llamas cobarde y después moroso. Es que ya no sé lo que va a ser lo próximo, la verdad. -Jacinto, ¿usted sabe qué le pasa al Servando? Que a mí mi Casilda me ha dicho que anda algo raro, pero es que está para ingresarlo en un cotolengo. -¿No sabe lo del Pozoblanco? -¿El delincuente? El Servando y él tuvieron una pelea memorable. -¿Memorable quiere decir. Que escapó a toda mecha? -A puntito de matarse estuvieron el uno al otro. Fue una lucha a cara perro, bueno, según me han contado. -Y eso se lo ha contado Servando, ¿verdad? -Con sus propias palabras, pero era como si yo mismito estuviera allí. De los detalles que me dio. -Ay, Jacinto. Que el Servando miente hasta cuando calla. Ya le sonsacaré yo por qué le tiene tanto miedo al Pozoblanco ese. Si me dices qué está buscando, lo mismo te puedo ayudar. -El nombre de un escultor. -Ay, pero ¿eso lo pone en un diario? -Antoñito dice que sí. -Antoñito dice muchas cosas. A saber cuántas son verdad y cuánto es embuste. -Ya, pero si yo no le creo, ¿quién va a hacerlo? -A las buenas tardes. -A las buenas, Casilda. Y tú, busca, pero no me lo desordenes 'to'. -¿Qué, ha visto usted a doña Susana? -Ni las orejas ha asomado por aquí. -'Endeluego' que tiene candela. Ocultar que tiene un hijo. En qué cabeza cabe. -Sus motivos tendría. -Pues no sé qué motivo puede tener una madre para separarse de su retoño. -No me convence. -Basta ya, Casilda. Yo misma me tuve que separar de mi propia hija. -Perdón, 'señá' Fabiana, sí. Si yo no lo decía por nosotras. Nosotras somos pobres, ¿qué motivo mayor que ese? Pero es que las señoras, esas sí que llevan una vida 'regalá'. -Si al final todas somos personas. Señoras y criadas. Tampoco hay tanta diferencia. -¿Aquí está el qué? -Sepúlveda, el escultor se llama Sepúlveda. -Pues muy bien. -Pero ¿no os dais cuenta? Si hablan con él, Antoñito va a salir de la cárcel. -Tú no lo fíes 'to' a eso. -Ay, me da a mí que hasta que no devuelva el dinero del monumento, le enchironan por muchos años. -El dinero lo robó Belarmino, no él. -Pero si nosotras te creemos, muchacha. Pero mucha más gente tiene que hacerlo. -Y voy a conseguirlo. -'Me gustaría decirle' que me sorprende, pero no es así. Esto es propio de mi hermano Diego. -Yo no lo entiendo, la verdad. -Su experiencia con Diego es inferior a la mía. De él cabe esperarlo todo. -Buenas tardes. ¿Me puedo sentar aquí? -Un chocolate, por favor. Me sentía encerrada en casa. Hay que ver lo importante que es ver la luz del sol. Le noto serio, don Felipe. No podemos contar con el envío de gemas de Diego. -Nos han contestado del puesto de correos al que enviamos el telegrama. No está allí. -¿Y no ha dejado otra dirección? -No está allí ni nunca ha estado. No llegó a aquella parte del país. -No es posible. Esa fue la dirección que nos dio para que contactásemos con él. Creo recordar que era en la ciudad de Diamantina. La zona del país donde se pueden encontrar los materiales que él buscaba. -Conoces a mi hermano. Cambiaría de opinión y no le pareció adecuado avisarlo. -No sé cómo podemos encontrarlo. -Si él no nos envía las gemas, tendremos que conseguirlas de otra forma. Y más ahora que tenemos la exposición de bellas artes. En fin, voy a hacer unas gestiones. -Seguro que encuentras la forma de recibirlas. Después iré a avisar a mi padre de la invitación de la exposición. Pese a su estado, tal vez lo escuche y sienta orgullo. -¿Quieres que te acompañe? -No, no es necesario. -Es lamentable que don Jaime no vaya a ser capaz de disfrutar de un momento tan importante de su carrera. ¿Qué cree que puede haberle ocurrido a Diego? ¿No se le ocurre ninguna forma de comprobar que esté bien? Pero no va a ser fácil. Nadie encuentra a quien no quiere ser encontrado. No sé si Simón y doña Susana van a creerme. Pero yo no le conté a mi padre que eran madre e hijo. Pues todo el mundo sospecha de ti. Y difícilmente creerán lo contrario. Por eso tienes que confiar en lo que te digo. ¿Lo pasó muy mal doña Susana? Fue bochornoso. Yo no apruebo que doña Susana haya tenido un hijo fuera del matrimonio, pero el sufrimiento fue excesivo. -Buenas tardes. -Es hora de misa, y como quiero ponerle una vela a mi hermano, te espero dentro. Veo que las cosas no mejoran. ¿No le habrás contado lo que pasó ayer? ¿Lo del beso? No se me ocurriría, fue un impulso. Estoy comprometido con María Luisa. Todos cometemos errores por amor. Nuestro beso no significó nada, Elvira. Tampoco para mí. Yo amo a Simón. ¿Y por qué te acercaste a mí? Por causarle celos. ¿Me estabas usando? Pero después me di cuenta que nunca debí haberlo hecho. No deberías usar a la gente. Y menos a mí, que soy el sobrino de Simón. Bueno, Víctor, tú también me estabas utilizando a mí. Los dos nos comportamos mal. Por eso lo mejor será que lo olvidemos. Y que dejemos de jugar. Vamos a hacer como si esto no hubiera pasado nunca. Voy a la iglesia. Hable con el servicio y manténganos informados. ¿Ha encontrado algo? -Me temo que aquí no vamos a encontrar nada. -Siempre se dejan pistas atrás. Si Diego no viajó a Brasil, quizá lo hizo a otro lugar. Quizá quede el resguardo de un billete de barco. La carta de alguna naviera o. El visado de alguna embajada. Vengo de registrar la biblioteca. Los cajones de la mesa están vacíos. ¿Qué está mirando usted? -Solo miraba el cuaderno de mi padre. Hay unas medidas anotadas por él a mano junto al diseño de la mayor de las joyas. Nunca he entendido qué significan. -Quizá no sean medidas. Pero entonces no sé qué son. Un misterio que nos dejó mi padre antes de que su mente se borrara. Cuando vinimos a la casa, antes de la marcha de Diego, todo estaba por el suelo. No sé si fue el mismo Diego quien lo hizo. -Y se limpió todo. -Me temo que sí. Cualquier pista sobre el paradero de mi hermano está ahora en la basura. -Tendremos que encontrar otra manera de buscarlo. Sin llamar la atención, por favor. Me gustaría llevar este asunto con la mayor cautela. No quiero que Blanca sufra innecesariamente. -No sabrá nada por mi parte. -Sabe que mi esposa siente un gran afecto por mi hermano. No me gustaría que las malas noticias perjudicaran su embarazo. Ha sufrido malestar estos días y esto podría ponerla aún más nerviosa. -No le diremos nada. Pero eso no significa que no se preocupe ante la desaparición de Diego. Entonces, ¿no está en Brasil? -Por lo menos no en la zona de las minas, donde creíamos que estaba. En el estado de Minas Gerais. -Tal vez está en otra zona de Brasil. Pero Brasil es tan grande, que es igual de difícil buscarle allí, que en cualquier otra parte del mundo. Pero no paro de darle vueltas a todas las cosas extrañas que ocurrieron cuando se fue y a las que no quise atender. -¿Como el desorden de su casa? ¿Y si fue atacado? -No lo creo, ha pasado mucho tiempo. Te habrías enterado, ¿no? Olga fue la última que estuvo con él. Quizá me haya ocultado algo de lo que pasó. -¿Y no estás haciendo una montaña de un grano de arena? -Si Diego estuviera donde dijo que iba a estar. -Diego se ha movido durante toda la vida por todo el mundo, sabrá cuidarse. -Espero que lo que dices sea verdad. -Pero ¿cuántas historias te ha contado sobre las minas de diamantes en Sudáfrica? ¿O de las esmeraldas en Sudamérica? O hasta de las perlas en las islas de la Polinesia. -Era un caudal de anécdotas sin fin. -Tú piensa eso, que cualquier día de estos aparece y te cuenta que ha estado viendo cómo se extraen de la tierra las piedras más preciosas del mundo. -Ay, Blanca, no te pongas en lo peor. Puede haber mil motivos para que no esté en Brasil. Que su viaje se haya retrasado, que él haya cambiado de opinión. O simplemente que no quiera ser encontrado. -Eso también me da miedo. Aunque sería mejor que su desaparición fuese voluntaria a que no pueda volver o pedir auxilio. No sé, tengo malas sensaciones. -Tus sensaciones no son premoniciones. Se llama amor. Y tú quieres convencerte de que no amas a Diego, pero es que cada vez que le ves, Blanca, tu mirada se ilumina. -Debo tener cuidado para no ser tan evidente. Solo espero poder volver a verle. -Siempre estamos a vueltas con el amor. Estará orgulloso. No puedo decir que no me hiciera feliz el teatrillo de títeres. Doña Susana no ha abierto el negocio. Está encerrada, llorando. Ya iba siendo hora de que alguien pusiera en su lugar a esa vieja beata. Toda la vida criticando la paja en el ojo ajeno y tenía la viga en el propio. Ya lo dice la Biblia: 'El que esté libre de pecado que tire la primera piedra'. Y ella no lo está, ni mucho menos. ¿Cómo pudo saber usted que doña Susana era la madre de Simón? Lo supe y punto. Todo el mundo piensa que se lo conté yo. Así tendrán menos ganas de hablar contigo. Pronto nos libraremos del bastardo de Simón y de toda su familia. Que resulta ser más grande de lo que parecía. Al final va a ser pariente de medio barrio. Padre, no puede manipular a todo el mundo. No puede tomar decisiones por mí. Decidir quién hablará conmigo y quién no. Puedo y lo hago. Además, esto no tiene nada que ver contigo, es algo que tenía con Simón. Míralo de otra forma. Querías venganza y te la he servido. Empieza una vida nueva. Sin una sastra que nos mire por encima del hombro y sin que su bastardo piense que es mejor que nosotros. ¿Damos un paseo? ¿Vamos a los Jardines del Príncipe? Buenas tardes. -Buenas tardes. -Alegra ver que hay alguien en el barrio que no pasea con mala cara. -¿Por qué no iba a ser así? Hace un día estupendo. Y el tiempo pone a cada uno en su lugar. -No hay nada más cierto. Y hoy, querida, luces especialmente hermosa. -Elvira es una hija maravillosa. -Lo mismo opino. Una mujer de la que cualquier joven podría enamorarse. Incluso los que parecen destinados a otras jóvenes. -¿Qué quiere decir con eso? Nada de enjundia. Solo quería decir, que para su hija nada ni nadie es imposible. Podría conseguir la luna si se la propusiera. Les dejo continuar con su paseo. Si no aparece algo que pruebe la existencia de Belarmino y su implicación en la estafa de los monumentos, tenemos muy difícil la defensa de Antoñito. -¿Y qué puede ser? Y le interrogaré minuciosamente. A ver si encontramos un hilo del que tirar. (Pasos) -Don Ramón, don Felipe, perdonen que les interrumpa. -Una noticia sobre el monumento a los caídos de las guerras de ultramar. Hubo muchas como esta, para nuestra desgracia. ¿Qué tiene esta de peculiar? -Nombra al escultor del monumento. Se llama Sepúlveda. -Que Antoñito nunca habló con él. Solo Belarmino. Él puede demostrar que ese canalla existe. -Es una posibilidad. El hilo que buscábamos. Tenemos que encontrar a Sepúlveda. -Si es un escultor renombrado. En el Ateneo me darán cuenta de él. Voy a escribir una nota. -Leonor Hidalgo conoce a todo el mundo en el periódico. Tal vez nos pueda poner en contacto quien redactó la noticia. Él nos dirá dónde encontrar a este escultor. -Esa es otra opción. Me pongo en marcha. -Muy bien, Lolita. Hoy he estado visitando a Antoñito. Y no está bien. -La cárcel es muy dura. -Pues se ha debido dar con toda la cárcel entera. Porque está magullado. -Don Ramón me dijo que había sufrido un accidente. -Aún es más grave que eso. 'Pa' mí que a Antoñito le están maltratando. Él no dice nada para no crear más problemas. Pero tiene que ayudarle. O me lo matan. Mañana iré y veré si las sospechas son ciertas. -Don Felipe, mañana quizá sea tarde. Vaya esta misma noche, se lo ruego, por favor. Un señorito al que le han dado toda la vida todo mascado. Y no se sabe defender. Así que todo lo que le contó a Jacinto era falso. -Sí, quizá es verdad que exageré un poco, pero fue una lucha de titanes. -Por favor, Servando, que nos conocemos. -¿Me estás diciendo que no me enfrenté a ese bandido con todas mis fuerzas? -No, no, no, le está diciendo que le echa mucho cuento al evento. El Pozoblanco ese amenazando con rebanarme el cuello. Que no estamos 'pa' muchas discusiones. -No, si yo le entiendo, hombre. -Luego estaba. Jacinto, que me tiene en un altar, y tampoco era cuestión de decirle que me tuve que cambiar de calzas. -Servando, por favor, que no hace falta que dé esos detalles, hombre. Vamos a ver, ¿le robó entonces? No me dejó ni un real. Todo lo que tenía 'pa' pagar la deuda. -Bueno, pues. Hay mucha gente esperando. Nosotros los primeros, vaya. Que el parné no lo regalan. -¿Que me estáis presionando? -Las deudas son las deudas. -¿Vosotros, que sois. Casi como unos hijos para mí? -Sí, bueno, cuando a usted le conviene. En asuntos de reales no hay familia que valga, Servando. Así que déjese de lamentos y ya está buscando la manera de encontrar el parné. -Qué ingrata es. -Servando, lo que le está diciendo Casilda se lo va a decir todo el mundo. Muchos de ellos le demandarán. Lo que tiene que hacer es buscar al comisario Méndez y denunciar el robo del facineroso ese. -Claro, 'pa' que me encuentre y me corte el gaznate, el Pozoblanco ese. -Bueno, pues necesita dinero para saldar las deudas. -Que sí, que sí, que lo estoy pensando. Pero es que no se me ocurre nada. -¿Ha leído usted el periódico? -No lo he leído. No quiero leer el periódico. ¿Serás mameluco? Que no sé de letras. -Lo digo por los anuncios, borrico, que ahí hay posibilidad de negocio. -¿Qué tripa se te ha roto? -¿Hay algún periódico aquí? -Sí, claro, 'pa' leer cómo va el mundo, ¿no te jeringa? -Vale cualquiera, aunque sea el que utilices para limpiar las ventanas. -Ah, pues entonces sí. En ese cesto. 'Venta de sombreros'. 'Venta de paraguas. Venta de pastillas para eliminar el olor de pies'. -Yo no sé lo que es eso. Mi pies huelen a flores. Ah, este parece interesante. 'Pastillas de caldo'. 'Concentrados industriales para hacer sopas y caldos'. ¿Qué me dice, Servando? -Pero, ¿cómo es eso? ¿Sin tener que cocinar? -No sé, habrá que averiguarlo. Pero parece un buen negocio. -Pastillas para caldo. ¿Ve?, eso no tiene futuro, pudiendo hacer un caldo en un puchero, como siempre. Se me tiene que ocurrir algo, se me tiene que ocurrir algo. -Martín, léeme eso enterito. -'Pastillas de caldo'. 'Pastillas para cocinar exquisitos caldos, sopas, guisos y demás'. (VOZ DE BLANCA) 'No puedo engañarte'. 'Aun teniéndolo todo para ser feliz: mi hermana. El hijo que espero, un buen marido; me siento. 'Esta casa es mi propia jaula'. 'El lugar en el que debo vivir una vida que me conviene'. 'Pero no la que deseo'. 'No logro olvidarte. Volar a tu lado'. -¿Qué lee usted, madre? Las palabras muchas veces son más fuertes que los puñales. Si alguien sabe usarlas. Se vuelven contra quien las ha pronunciado o contra otras personas. -¿Es el caso? Alguien va a arrepentirse de haber escrito estas líneas. -En su momento lo sabrás. -¿No confía en mí? -Sí, claro que confío en ti. Somos aliadas. Pero es mejor que no sepas de esto todavía. No es desconfianza. Es conveniencia. -¿Y de la exposición? ¿A qué viene tanto entusiasmo? -(RÍE) -Eres perspicaz. La única que se ha dado cuenta que mi alegría por el homenaje de Jaime Alday no es casual. Tampoco orgullo de santa esposa. -Algo esconde. -Hay algo de Jaime Alday que no me pertenece. Su cuaderno de proyectos. Samuel y Diego siempre lo han ocultado. Ahora, con motivo de la exposición, Samuel tendrá que mostrarlo. Será mi oportunidad para conseguirlo. -¿Qué tiene ese cuaderno que tenga tanto interés? -Un diseño muy especial. El colgante Ana. -¿Tan bello es? -Supongo que sí. Pero a mí no me interesa su belleza. Sino lo que se esconde en su dibujo. Que podría destruirnos. -Es bellísimo. -Y de una harmonía extraña e incomparable. -Y, sin embargo, es lo que menos me obsesiona. Son los números anotados a mano en los márgenes. -¿No son datos técnicos? Yo también lo creía. Pero lo he comprobado una y otra vez. No pueden ser medidas referentes a la pieza. Tiene que ser otra cosa. Tal vez mi padre nos estuviera enviando un mensaje. -Será mi deformación como autora, pero me apasionan estos enigmas. -Samuel, ¿encontraste algo más en tu visita a la mansión? -¿A qué te refieres? -A algún indicio sobre el paradero de Diego. Ya sabes cómo es Diego. Buscaba oro y crisoberilo. Eso lo puede encontrar en Diamantina o en cualquier otra ciudad de Minas Gerais. Podría estar en Ouro Preto, por ejemplo. No me extrañaría nada que estuviera en Ouro Preto. O tal vez en Belo Horizonte, disfrutando de los placeres de la vida. -¿Sin avisar? -¿Desde cuándo ha avisado de algo? ¿Cuándo se ha preocupado por alguien? -Diamantina, Ouro Preto, Belo Horizonte, Minas Gerais, oro, crisoberilo. Todas estas palabras me suenan como música celestial. Sobre todo si van acompañadas del diseño de una joya que va acompañada de unos números enigmáticos y un aventurero que busca piedras preciosas en mitad de la selva. (RÍEN) -Amiga, lo cuentas como si fuera una novela. -Es que tiene todos los mimbres para convertirse en una. -Solo te pido que le des un final feliz. Sepúlveda, sí, ese era el nombre del escultor. A mí me venía a la cabeza Sigüenza. -Bueno, al fin y al cabo son localidades cercanas. -Bueno, pero ¿le han encontrado? No hace ni media hora que Lolita nos dio el dato. Tiene que agradecérselo a ella. Tengo tanto que agradecerle. -Mañana nos pondremos a buscarlo. Estoy seguro que daremos con él antes del juicio. -Pero ¿y yo puedo hacer algo para ayudar? Llegar al juicio en perfecto estado físico. Antoñito, tenga mucha precaución. No queremos que nadie le calle la boca antes del juicio. No ha sido un accidente, ¿verdad? -Felipe, usted es abogado. Sabe perfectamente cómo funciona esto, así que, por favor, no me haga hablar. -¿Han sido otros internos? ¿O un carcelero? -No me obligue. -Se acabó el tiempo. El preso debe regresar a su celda. Tienen un minuto. ¿No es cierto? Usted no haga nada. Yo me ocupo de esto. Blanca, se hace tarde, deberíamos volver a casa. -Se está tan bien aquí. -Te recuerdo tu estado interesante. -Los hombres creen que el embarazo es una enfermedad. Como si las mujeres no hubieran parido hijos desde el principio de los tiempos. -Tu esposo se preocupa por ti. -Sabes que solo me interesa tu bien. -Si no nos ponemos de acuerdo con los cuidados durante el embarazo, imagínate cuando discutamos sobre la educación de nuestro hijo. -Será militar, ¿no? -Mucho menos. -Yo me lo imagino. Cardenal u obispo; o militar o algo de eso. -Espero que estés de chanza. -Oro y crisoberilo. Como me encargaste. Espero no llegar demasiado tarde. He cortado y pulido las piedras que ha traído mi hermano. Ha sido laborioso, pero creo que ha merecido la pena. -Es una hermosura. Estás preciosa. A quien sí tendría que dar una explicación es a Liberto. No debía haber sido el último en enterarse. -A Liberto ya le he dicho yo que su silencio está más que justificado. No solo se exponía usted a las maledicencias, también tenía un negocio que proteger. -Pensará que no he tenido confianza en él. Se habrá sentido ajeno a la familia. Vamos, el último mono. -Pero hablar con él no estaría de más. -Debería usted hacerlo, claro que sí. Verá como se mostrará más comprensivo. -No estoy yo muy segura. El desplante ha sido. -Yo le acompañaré mañana a visitar a Liberto, y todo se andará. '¿Ha dado con Sepúlveda?' -'Qué va, como si se lo hubiera tragado la tierra'. -¿Y si te ayudamos a dar con él? Yo me puedo pasar por todos los bares y cafés. Siempre que su trabajo se lo permita, se puede acercar a la escuela de artes y oficios. Así a lo mejor conozco a un dibujante más experimentado y me enseña unos trucos para aprender a dibujar más deprisa. -Bueno, nosotros podemos preguntar por el barrio. -Caray, en el 'mercao'. Lo mismo damos con el Sepúlveda antes del juicio. ¿Qué he hecho yo para no merecer su confianza? -Lo sabía Leandro y Juliana. Tienes razón. La familia entera lo sabía. No tengo disculpa para habértelo ocultado. -¿Sabe lo mucho que me ha dolido esto, tía? Yo siempre me he volcado con usted. Casi hasta la veneraba, ¿y así me lo paga? -No sabes lo que me avergüenza habértelo ocultado. Solo puedo decir. Que espero que algún día me perdones. -'El día de la feria' vi a su hija. Besándose con un hombre. -Eso es falso. Estuvo conmigo durante toda la velada. -No hay error posible. Vigilé a Gayarre como si del enemigo se tratara. -Pero a ella no. Y yo no he dicho que fuera con el mayordomo. No sería la primera vez que su hija se besa en público con alguien. -No me encienda, señora. Dígame el nombre del atrevido. Lo despellejaré. Lo colgaré del mástil del patio de armas. -'No se vengan abajo'. Hemos de seguir intentándolo. Muchos juicios se ganan con un testigo sorpresa en el último momento. -No creo este sea caso. Que ese tal Sepúlveda no era más que otra de las alas que utilizó Belarmino para seguir volando libre. -Y eso condenaría a Antoñito. -¿Desean tomar algo los señores? -No, gracias, Lolita. Sospecho, por tu actitud, que tampoco tú has encontrado a Sepúlveda. -Pues hemos ido a buscarle los otros criados y yo. Y no le hemos encontrado en ningún 'lao'. Nadie le conoce ni sabe su nombre, ni en los bares ni en las escuelas de artistas. Ese hombre es un espíritu. Y Antoñito, mientras, en el penal. ¿Qué piensas hacer? -Nunca le envié esa carta. Así mis sentimientos quedarán ocultos para siempre. Y eso es lo que pienso hacer. Fingir y, si puedo, olvidar. Mi familia es Samuel y. Lo que venga. -Blanca, no te va a ser nada fácil olvidar. Los sentimientos no pueden quedarse escondidos por mucho tiempo. Además, ni siquiera sabes si ese hijo es suyo. -Samuel es el padre. Mi hijo va a necesitar equilibrio, solidez. Y solo Samuel le puede dar esa firmeza. ¿Qué tipo de padre sería un aventurero como Diego? Tú viste el estado en que llegó. -'¿Y la herida de la mano?' -En las minas, los trabajadores trabajaban en régimen de esclavitud, o casi. Se lo hice notar al capataz. No se lo tomó bien. -A cuchillo, Felipe. Se formó una reyerta masiva. El capataz de marras no salió bien parado. Por eso me tuve que ir de Brasil con algo más que prisa. -¿Tiene cuentas pendientes con la ley? Tenía que regresar el dichoso Diego. No nos traerá más que problemas. -Pero con lo bien atado que lo tiene usted todo, ¿cree que Diego será una traba? Ha intuido que queremos formar una hermosa familia. Y eso sería nefasto. -¿Y qué piensa hacer usted? -Tomar cartas en el asunto, naturalmente. Capítulo 652 Capítulo 652 •. Capítulo 12.You are here: Home Alli abajo capitulo 13 online. Skip to content. Alli Abajo 3x1 Capitulo Completo uploaded a video 4 months ago. Gabilondo claim they had on their minds the concept of the show does clomid make period lighter long before the movie WikiSeriesOnline.com| ver Series Online Gratis,. Tras una noche loca de despedida de soltero, Antonio, Koldo, Iñaki, Antxón, Jozé, Rafi, Sabino y Peio, despiertan sin recordar nada. Antonio advierte que han perdido a Frasquito y su misión principal es encontrarle. Iñaki debe mentir a Carmen para no darle más disgustos. Mientras le buscan por la ciudad, van atando cabos que les llevan a descubrir que la noche anterior se quedaron con el medallón de una hermandad y un grupo de costaleros les busca para recuperarlo y, ya de paso, matarlos. Uno de esos costaleros espera un masaje en la clínica por una lesión de espalda, y Jozé debe disimular para que no le reconozca. Por otra parte, Carmen se ve superada al darse cuenta de que ha ido dejando el tema de los preparativos y los tiene que hacer a toda prisa.. Ver Allí Abajo Temporada 3 capitulo 12 online sub español, ver Allí Abajo Temporada 3 capitulo 12 online castellano gratis, Ver Allí Abajo Temporada 3 capitulo 12. Ver Allí abajo, Season 1, Episode 12 de la serie Allí abajo, Allí abajo S1E12, watch Allí abajo season 1 episode 12, Allí abajo temporada 1 capitulo 12, ver el 1. Tema principal En cambio no (interpretado por ) País de origen Localización () Ambientación 2008-2009 Idioma/s Temporadas 1 Episodios 170 Producción Productores Productores ejecutivos Empresas productoras Dirección (foro) (locación) (diálogos - primera parte) (diálogos - segunda parte) Guion (adaptación libre) (adaptación libre) (edición literaria) Cinematografía (foro) (locación) Distribución Emisión Cadena original Horario lunes a viernes 18:00 - 19:00 h. Duración 41-44 minutos Primera emisión de Última emisión de Emisiones por otras cadenas POP TV 1. Cronología En nombre del amor Producciones relacionadas (1991) Enlaces externos () en IMDb [ ] En nombre del amor es una mexicana producción de para, cuenta con la dirección de Karina Duprez. En nombre del amor Capítulo 144 online gratis, descargar En nombre del amor Capítulo 144 en HD, Telenovela En nombre del amor Capítulo 144 En vivo HD 1080p TV Online Capítulo 144 serie capítulo completo. “EN NOMBRE DEL AMOR” ES UNA HISTORIA COSTUMBRISTA QUE MUESTRA LOS VALORES Y TRADICIONES DE ALGÚN RINCÓN PROVINCIANO DE LA REPÚBLICA MEXICANA EN LA ÉPOCA ACTUAL. ES UN RELATO QUE SE ADENTRA EN LA INTIMIDAD DE LA VIDA COTIDIANA DE SUS PERSONAJES. Es adaptación de la telenovela de. Protagonizada por y, co-protagonizada por y, y con la participación antagónica de,, y. Cuenta además con las actuaciones estelares de,,, y la participación especial de. A partir de de, la novela entró en su etapa final, donde entraron a elenco,, y la primera actriz, que permitieron la aparición de nuevas tramas. Índice • • • • • • • • • • • Argumento [ ] Carlota y Macarena Espinoza de los Monteros son dos hermanas solteras que pagaron con dolor y soledad el haberse enamorado del mismo hombre; Macarena es una mujer de buen corazón, por otro lado, Carlota es una mujer amargada y resentida, quien nunca pudo superar que Cristóbal prefiriese a su hermana y no a ella, por lo que en el pasado se las ingenió para separarles y hacerles creer a ambos que el otro había muerto. Cristóbal se marcha del pueblo creyendo que Macarena ha muerto. Además Carlota se ha encargado de manipular a Macarena culpándola por la muerte de su padre para mantenerla bajo su control y evitando a su mayor temor; la soledad. Paloma Espinoza de los Monteros es una niña dulce, bonita y cariñosa que tras la muerte de sus padres va a vivir con sus tías Carlota y Macarena, mientras Macarena es amorosa y la trata como una hija, Carlota es autoritaria y disfruta haciendo sufrir a su pequeña sobrina ahogando a su pequeño perrito en la fuente de la mansión y desquitándose con ella por la decepción amorosa que vivió en el pasado. Paloma conoce a una niña llamada Romina Mondragón que vive con su madre en la casa de enfrente y que sufre por el abandono de su padre, Paloma y Romina se hacen grandes amigas y crecen queriéndose como hermanas. Años después Paloma y Romina se han convertido en dos adolescentes y pronto empezarán a surgir los celos la envidia y la rivalidad, Romina es una joven malcriada, caprichosa y egoísta que consigue que Camila, su madre, le de todo lo que quiere, por el contrario Paloma vive sumisa y con miedo por la autoridad de su tía Carlota quien no la deja hacer su propia vida y la atormenta culpándola de todas las desgracias que suceden a su al rededor. Al pueblo llega Emiliano Sáenz, un joven economista que se fue al extranjero a estudiar. Junto a el viene Iñaki Iparraguirre, un joven español y noble quien al conocer a Paloma se enamora perdidamente de ella y esta a la ves de él. Tiempo después Paloma e Iñaki empiezan un romance a escondidas de Carlota, quién después de enterarse de la relación de los jóvenes levanta todo tipo de intrigas para separarlos. Al ver que sus familias no estaban de acuerdo en su relación, Paloma e Iñaki deciden huir para casarse; al ver esto a Calota no le queda mas remedio que fingir que acepta la relación, sin embargo esto solo es una fachada para poner en práctica un vil acto de maldad. Durante la pedida de mano de Paloma, que se celebra justo una noche antes de la boda entre Paloma e Iñaki, Carlota envenena en repetidas ocasiones a Iñaki haciendo que deje plantada a Paloma en el altar. Paloma sale corriendo de la iglesia y vestida de novia a ver a Iñaki; quien muere no sin antes decirle a Paloma que aún después de la muerte seguirá amándola. • • Naruto Shippuden Sub Español Online Konoha Hiden: El día perfecto para una boda•: La historia secreta de Konoha. Episodio Siete: Las felicitaciones •: La historia secreta de Konoha. Episodio Seis: El estado de la misión de alto secreto •: La historia secreta de Konoha. Episodio Cinco: La última misión •: La historia secreta de Konoha. Episodio Cuatro: El regalo del Kazekage •: La historia secreta de Konoha. Episodio Tres: Vapor y comida •: La historia secreta de Konoha. Episodio Dos: Regalos de boda a toda potencia •: La historia secreta de Konoha. Episodio Uno: La boda de Naruto Shikamaru Hiden: La nube que flota en silenciosa oscuridad•: La historia secreta de Shikamaru. Episodio Cinco: Amanecer •: La historia secreta de Shikamaru. Episodio Cuatro: Nubes de Sospecha •: La historia secreta de Shikamaru. Episodio Tres: Nubes Oscuras •: La historia secreta de Shikamaru. Episodio Dos: Nubes Negras •: La historia secreta de Shikamaru. Episodio Uno: La nube que flota en el viento Sasuke Shinden: Libro del Amanecer•: Sasuke Shinden – Libro del Amanecer: La última •: Sasuke Shinden – Libro del Amanecer: Ketsuryugan •: Sasuke Shinden – Libro del Amanecer: Fushin •: Sasuke Shinden – Libro del Amanecer: Coliseo •: Sasuke Shinden – Libro del Amanecer: El hombre explosivo Capítulos sin temporada oficial•: Jiraiya y Kakashi •: Gaara y Shikamaru •: Sasuke y Sakura •: Naruto y Hinata Capítulo de Naruto y Sasuke•: ¡Naruto Uzumaki! •: El sello de la reconciliación •: Naruto y Sasuke •: La Batalla Final •: El Valle del Fin •: Felicitaciones •: De nuevo el Sharingan •: Seguro que lo lograrás •: A los dos •: Sentimientos conectados El origen del Ninshu – Las almas de Indra y Ashura•: Misión especial •: El sucesor •: La decisión de Ashura •: El viaje de examen •: Ashura e Indra •: Ninshu •: ¡La primera improbabilidad! •: El pasado inventado •: Hagoromo y Hamura •: Kaguya Otsutsuki •: El comienzo La verdadera leyenda de Itachi. 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Corresponde a la segunda parte del manga, que se inicia tras el Kakashi Gaiden y tras la finalización del relleno de Naruto en el anime. Tags buscados: ver Naruto Shippuden en español Online, ver Naruto Shippuden en latino Online, ver Naruto Shippuden en castellano Online, ver gratis Naruto Shippuden online, ver. 24: Temporada 9, Capitulo 1. - 12:00 P.M.). Duracion:44 min. Sinopsis: Jack Bauer (Kiefer Sutherland) se encuentra escondido en Europa tras los acontecimientos ocurridos en la octava temporada. Bauer deberá salir a la luz para detener una conspiración terrorista por la que corren peligro Estados. Sigue gratis la emisión en directo del minuto a minuto de la Academia de 'Operación Triunfo 2017' desde las 8:30 hasta las 23:00 horas. Título 24 Título original 24 Año de lanzamiento 2001 Géneros, Duración 45 min. Calificación 7.6 de 255 votos Network Actores,,,,,,,,,,,,,, Estado Ended Sinopsis 24 es una serie de televisión estadounidense del género de acción/drama que trata fundamentalmente el desempeño del agente federal Jack Bauer (Kiefer Sutherland), en la UAT (Unidad antiterrorista) de Los Ángeles. La serie también se enfoca en las actividades de otros agentes de la UAT, la participación de otras agencias gubernamentales, las acciones de diversos grupos terroristas y las reacciones en la Casa Blanca. En un formato innovador, el espectador presencia la acción 'en tiempo real': cada episodio de una hora representa una hora continua de acción de la trama. Cada temporada (compuesta por 24 capítulos) conforma así un día completo. Las sucesivas temporadas (si bien guardan una relación temporal y fáctica) no son contiguas, y relatan eventos cronológicamente distantes. Usted no va a delatarme. -Ya se lo dije. Si me delata, lo que va a sucederle ahora mismo también le pasará a todos aquellos a los que ama. -'Soy una mujer adulta'. Yo me quedo con mi familia. Tú haz lo que te plazca. -Te doy mi palabra de que nunca más voy a volver a fallarte. Vas a volver a sentirte abandonado por los tuyos. Voy a hacer lo imposible por sacarte de esta cárcel. -'Blanca debe dormir un poco'. Ahora vendrá Carmen a limpiar el cuarto. 'Los dos nos parecemos mucho'. 'Ambos hemos sido rechazados por aquellos a los que amamos'. Dos almas solitarias y apenadas. Necesitadas de comprensión. '¿Queréis saber cómo la sastra' y su hijo bastardo volvieron loca a la bella e inocente doncella? ¡Es una calumnia! He encontrado esto en la papelera de la alcoba de su hija. -Lo que te queda por hacer es transcribir lo que pone. -¿Por qué no me has dicho que tenías las señas de Diego? -Perdona, con todo lo de Lucía se me fue el santo al cielo. -No te preocupes. Ya me ha dado su dirección. Me pondré en contacto para que nos envíe las gemas. Que no veo el momento de poder terminar la joya y enseñársela a todo el mundo. -No dudes nunca de mí, diga lo que te diga tu hermana. El amor que nos une es real. Es más fuerte que nada. Juntas formaremos esa familia que tanto hemos ansiado y que se nos ha ido escapando de los dedos como arena. Pero para lograrlo. Blanca puede ser un obstáculo. ¿Entiendes lo que quiero decir? -Lo comprendo perfectamente, madre. ¿Y cómo acababa la obra? -No se pudo saber. Dicen que en cuanto el narrador dijo que el mayordomo era hijo de la sastra, doña Susana perdió los estribos e interrumpió la obra. -Qué pena habérmelo perdido. Y eso que Susana es de las personas del barrio de las que mejor concepto tenía. -Pero entonces, ¿son madre e hijo? -De no ser cierto, no le habría dado ese ataque de indignación, ¿no cree? Se limitaría a decir que es falso y a demostrarlo. -Claro que es cierto. Muy puritana, pero tuvo su desliz de juventud. Nada juvenil. Porque ya era una mujer hecha y derecha y con un hijo. Simón es más joven que Leandro, el hijo legítimo que está en París. -Yo no he tratado mucho con ella. Siempre la veo entrando y saliendo de la iglesia y no me lo esperaba. -A saber qué más tiene que hacerse perdonar. Anoche y esta mañana ha sido la comidilla del altillo. -Buenos días. Supongo que hablaban de doña Susana. -¿De qué otra cosa se puede hablar. Después de lo de ayer? -He pasado por la terraza de La Deliciosa y estaba a rebosar de gente comentando. Parece ser que fue un escándalo de los que marcan época. -Qué pena no haber estado para verlo. -Yo siento compasión por ella. Un error del pasado y le repercute décadas después. -Los errores siempre vuelven. Es una ley que deberían enseñar a los niños ya en la cuna. (Pasos) -Buenos días. -¿Qué haces levantada? Carmen te podría haber servido el desayuno en la cama. -Me encuentro con fuerzas. Prefiero unirme a todos en el desayuno y la charla. Me aburro en mi cuarto. -Debes pensar en tu hijo. -Has estado enferma. Parece que por fin os ponéis de acuerdo en algo. Os agradezco vuestra preocupación. Pero yo decido lo que me conviene. Y ahora me conviene comer, moverme y hacer vida normal. -Estoy de acuerdo. ¿Acaso creen que Blanca haría algo que perjudicara a su hijo? -Tal vez involuntariamente. -Carmen, hoy no tomaré café. A partir de hoy tomaré té con leche en el desayuno. Y algo de fruta. Todos deberíamos comer más fruta y menos pasteles. -Sí, señorita. -Samuel, ¿te ha dado tiempo de ir a correos? -Sí, le he mandado un telegrama a Diego. Espero que nos responda hoy mismo y nos diga cuándo podrá enviarnos las gemas que necesitamos para terminar tu diseño. ¿de qué estabais hablando con tanto interés cuando yo he llegado? Me ha parecido escuchar la palabra escándalo. -De doña Susana. ¿Sabías que es la madre de Simón Gayarre? El mayordomo de doña Celia. La muy taimada era la más pecadora de todos. Pese a que se jactaba de no haber pecado en su vida. El pecado que ocultaba. Llegó un día en forma de joven mayordomo. Un hombre que buscaba a alguien que la abandonó. A una mujer cruel. Venía buscando. -Doña Susana. -¿Has visto a todas ahí fuera? ¿Sabes lo que hacen? Arrastrar mi nombre por el suelo, sin piedad. -No debe prestarles atención. -Tantos años de ejemplaridad, de cumplir al dedillo con las normas de la Santa Madre Iglesia, de ser la más decente, la más devota, y en un día todo por tierra. -Mucho más que unos titiriteros deslenguados son necesarios para manchar una vida de servicios a los demás. -Es más fácil destruir que construir. Lo que lleva años levantar. Solo precisa de unos instantes para desmoronarse. -¿Ha visto a los vecinos? Reunidos como si nunca hubieran dado un mal paso. Criticando sin reparar en el daño que hacen. No eches más leña al fuego, que tu madre está desolada. -¿Has encontrado a los titiriteros? Ni los feriantes les conocían. Venían de otra ciudad. Está claro que fueron contratados para lo de anoche. -Ha sido el coronel. Nos la tiene jurada mucho tiempo. Y ahora se ha vengado. -Pues claro que ha sido él. Y que quien se lo ha contado ha sido Elvira. Sus promesas no son más que papel mojado. -Simón, no le des más vueltas. Todo el mundo se olvida, como ocurre siempre. Elvira tiene que pagar por su deslealtad. (DON RAMÓN) Lo que yo les digo es que no hay que creer todo a pies juntillas. Puede que sea verdad y puede que no. -Pues yo me lo creo. -Rosina, mi tía es una mujer de grandes principios morales. -No digo que no. Pero demasiado elaborado fue todo lo que dijeron los títeres, como para que sea mentira, Liberto. -Y si decís que se puso a pegar gritos como una loca, vamos, eso es como entonar el mea culpa. -Quizá fuese una invención para humillarla. -Eso solo lo sabe quien escribiera el texto. Y quien encargara que se representara en la feria. -En realidad, sabéis que yo no soy de condenar a nadie, pero. Desde luego es que la historia tiene sentido. Así cuadran muchas cosas. -Claro, es verdad. Susana siempre pendiente de Simón. Si la que más, la que menos, sospechamos que sus intereses eran otros, por Dios. -Por Dios, Rosina, pero ¿quién iba a pensar eso? -Algunas, Celia, algunas. -Eso le honra a usted. -Ay, mira, al final no eran amantes, sino madre e hijo. Que no sé qué es más o menos escandaloso. -Perdónenme el retraso. Está todo a rebosar. ¿Quieren tomar algo más? -No, tranquilo, Víctor, si la camarera ya nos ha traído todo. ¿Tú sabías lo de mi tía y Simón? Yo no estaría tan segura de que lo que dijeron los títeres fuese la verdad. -¿Siempre sabe las cosas antes que los demás? -Casi siempre. -Si vamos a estar el día entero desayunando y hablando de esa mujer, yo mejor voy a arreglarme. -Yo voy al despacho. Tengo unos asuntos que resolver. -Señora, he querido esperar a que estuviera usted sola. Es la transcripción de la carta de doña Blanca. No he querido sustraer los pedazos para no llamar la atención, pero podrá usted leerla. -¿Es fiel a la carta? -Palabra por palabra. No sé si hago bien en entregársela. Es algo muy íntimo de doña Blanca. -Al esposo de mi hija no va a gustarle nada lo que está puesto aquí. Pobre Samuel. Me gustará ver su cara cuando la lea. Pues no lo parece por tu mala cara. Pero bueno, estás mejor que hace unos días. -Pues aquí sigo. -Has hecho las paces con tu padre. Y tienes un abogado de los de postín. -Ya, Lolita, pero eso no es suficiente para salir de la cárcel. Hace falta mucho más. Es lo único que nos queda. Será a ti, porque a mí ya se me ha acabado. -Tu padre me dijo que fue un accidente. -Y eso es lo que fue, Lolita, no le des más vueltas. -Yo a ti te creo siempre. Digas lo que digas. ¿Has pensado alguna manera de dar con Belarmino? -Solo una, pero. No creo que dé resultado. -Si hay que perder, que sea después de haber luchado. -Hubo un hombre. Un hombre que quedó con Belarmino, el escultor que ideó el monumento. Él tuvo que conocerlo, así que podría testificar que sí que existe. Problema es que no me acuerdo cómo se llama. Era Sigüenza o algo así, pero no lo recuerdo bien. -Tienes que exprimirte la mente como un limón. -Hubo un periódico. Un periódico que reprodujo los planos el monumento, a lo mejor aparece su firma. -Se acabó el tiempo. -¿No nos da un minuto más? -Encontraré ese periódico. -Venga, fuera. -Ten cuidado. -Haces bien en decirle que tenga cuidado. Yo sabía que mi abuela era la madre de Simón. Me lo contaron mis padres cuando vinieron de París. -Víctor, yo soy de la familia. ¿Por qué nadie me dijo nada? -Porque para ella es muy difícil contarlo, Liberto. Para ella es doloroso y humillante. Quería que lo supiera el menor número de gente posible. -Entonces, todo era cierto. No era una maledicencia que alguien hizo llegar a los titiriteros. -Ya me gustaría poder desmentírselo. Pero ya le estoy diciendo que es cierto, sí. Creo que todos tenemos que entender a mi abuela. Pasó momentos muy difíciles cuando eso sucedió. Y muy mala ha tenido que ser la intención de quien haya hecho que se conociera su secreto de una forma tan humillante. -¿Y quién sería el padre? Por la edad de Simón, el padre de tu padre no pudo ser. Porque ya había fallecido. -Rosina, no seas morbosa. -Pero si no es por ser morbosa, es por entender todo esto. ¿Y dónde se criaría, con quién? -Buenos días. Qué bien encontrarles aquí reunidos. Gracias, don Ramón. Supongo que estarán hablando de lo de los titiriteros de ayer. -Pues sí, pero deberíamos estar hablando de la recaudación de la feria. Que servirá para ayudar a los desfavorecidos. -Un propósito muy loable, querida Celia, pero harto imposible. Supongo que tú sabías el secreto, ¿no, Víctor? ¿Y usted, Liberto? ¿También estaba al cabo de la calle? -¿Y tú, María Luisa? Eres casi de la familia. -Contesta, María Luisa. -Lo sabía tanta gente, que cualquiera puede haberse ido de la lengua. Es lo que tienen los secretos. Que son imposibles de guardar. -Está claro que ha tenido que ser asunto del coronel. ¿Quién si no le tiene inquina a Susana? -Es posible que Elvira también lo supiera. Vaya, parece que todo el mundo lo sabía menos usted, Liberto. Es el único para el que realmente ha sido una revelación. Siendo de la familia, digo yo que ha de escocer. -Dejemos que cada uno maneje su vida según su criterio. Cada uno en su casa y Dios en la de todos, como reza el refrán. -Cuánta razón tiene, don Ramón. Cada uno tiene sus cuitas. Hablando de todo un poco. ¿Su hijo Antoñito sigue preso? -Mi hijo es completamente inocente. Muy pronto saldrá en libertad. Esta misma semana. -No sabe cuán feliz me hace escuchar eso. Lo último que leí en el periódico no era muy halagüeño para él. ¿Será verdad que ese tal Belarmino solo existe en su imaginación y en las componendas que ha hecho para poder cobrar todo el dinero de los monumentos? Espero que no. -¿Por qué debe tener cuidado mi novia? -Siempre es bueno andar con cuidado. -No le consiento que la amenace. -¿Cómo ha dicho? No me consiente. ¿No se ha dado cuenta de que yo soy el carcelero y usted un simple prisionero? -Tengo derechos. -A permanecer callado tiene derecho. Ya sabe, boca cerrada y nada de intentar escapar. O tal vez no encuentre a su adorable novia cuando salga, ¿estamos? Vamos para la celda. ¿Deseas algo, Carmen? -Solo le traía un vaso de limonada. -El diseño del colgante es muy bonito. -Sí que lo es. Blanca tiene un talento especial. A mí solo me queda trabajar la parte técnica para que el resultado sea igual de bello que ella lo imaginó. ¿Se te ofrece algo más? -No, señor, perdone. -Carmen, lleva estos pasteles a la cocina. Los tomaremos esta tarde con el té. -Hoy, La Deliciosa estaba más amena que nunca. -Y supongo que el tema de conversación sigue siendo doña Susana. Ella, Antoñito Palacios, hay de todo para escoger. Pero aquí en casa tenemos asuntos más importantes. No deberías ser tan permisivo con Blanca. Está embarazada, necesita reposar. -Blanca está bien. Ella decidirá lo que es más conveniente. -No seáis insensatos. Lo único que quiero es vuestro bien, y el del niño que esperáis. Conozco a mi hija mucho mejor que tú. Hasta sus pensamientos más íntimos conozco. -¿Es para mí? -Desde luego. Es una invitación para que la obra de Jaime Alday forme parte de la exposición de bellas artes y de arte decorativo. -Esta exposición es el evento más importante de la ciudad. Y es todo un honor que se pida la obra de mi padre. La joyería nunca suele hacerse huecos en dichas exposiciones. -Es una oportunidad que no podemos desperdiciar. No solo deberemos ceder a las obras ya realizadas y sus diseños, sino también a las ideas que tu padre tenía en la cabeza y que no salieron del papel. -Su cuaderno. -Es la mejor ocasión para dar a conocer su ingente talento. Tal vez podríamos presentar el diseño del colgante Ana que tiene mi padre en su cuaderno. Siempre estuvo muy orgulloso de él. -¿Se puede saber qué hace? -Qué preguntas son esas. Con una escoba en la mano, ¿qué voy a hacer?, pues barrer. ¿Y para barrer la acera no sería mejor que saliera usted a la calle? -A mí no me paga el ayuntamiento, a mí me pagan los vecinos de Acacias 38, y mis obligaciones llegan hasta donde llega el palo de mi escoba. -Lleva toda la vida barriendo toda la acera y, ¿ahora me sale con eso? -Porque llevo toda la vida haciendo una labor que no me corresponde. Si me hubieran pagado por horas las horas que me he tirado barriendo la acera, a estas alturas ya tendría un vehículo para pasear los domingos. -¿Y no será que le da a usted miedo pisar la calle? -¿A mí miedo? Yo no conozco el miedo, hombre. De mí decían en Naveros del Río que era capaz de matar 10 toros. Claro, que también exageraban un poco, ¿eh? -¿A quién le debe usted dinero ahora? -O sea, que primero me llamas cobarde y después moroso. Es que ya no sé lo que va a ser lo próximo, la verdad. -Jacinto, ¿usted sabe qué le pasa al Servando? Que a mí mi Casilda me ha dicho que anda algo raro, pero es que está para ingresarlo en un cotolengo. -¿No sabe lo del Pozoblanco? -¿El delincuente? El Servando y él tuvieron una pelea memorable. -¿Memorable quiere decir. Que escapó a toda mecha? -A puntito de matarse estuvieron el uno al otro. Fue una lucha a cara perro, bueno, según me han contado. -Y eso se lo ha contado Servando, ¿verdad? -Con sus propias palabras, pero era como si yo mismito estuviera allí. De los detalles que me dio. -Ay, Jacinto. Que el Servando miente hasta cuando calla. Ya le sonsacaré yo por qué le tiene tanto miedo al Pozoblanco ese. Si me dices qué está buscando, lo mismo te puedo ayudar. -El nombre de un escultor. -Ay, pero ¿eso lo pone en un diario? -Antoñito dice que sí. -Antoñito dice muchas cosas. A saber cuántas son verdad y cuánto es embuste. -Ya, pero si yo no le creo, ¿quién va a hacerlo? -A las buenas tardes. -A las buenas, Casilda. Y tú, busca, pero no me lo desordenes 'to'. -¿Qué, ha visto usted a doña Susana? -Ni las orejas ha asomado por aquí. -'Endeluego' que tiene candela. Ocultar que tiene un hijo. En qué cabeza cabe. -Sus motivos tendría. -Pues no sé qué motivo puede tener una madre para separarse de su retoño. -No me convence. -Basta ya, Casilda. Yo misma me tuve que separar de mi propia hija. -Perdón, 'señá' Fabiana, sí. Si yo no lo decía por nosotras. Nosotras somos pobres, ¿qué motivo mayor que ese? Pero es que las señoras, esas sí que llevan una vida 'regalá'. -Si al final todas somos personas. Señoras y criadas. Tampoco hay tanta diferencia. -¿Aquí está el qué? -Sepúlveda, el escultor se llama Sepúlveda. -Pues muy bien. -Pero ¿no os dais cuenta? Si hablan con él, Antoñito va a salir de la cárcel. -Tú no lo fíes 'to' a eso. -Ay, me da a mí que hasta que no devuelva el dinero del monumento, le enchironan por muchos años. -El dinero lo robó Belarmino, no él. -Pero si nosotras te creemos, muchacha. Pero mucha más gente tiene que hacerlo. -Y voy a conseguirlo. -'Me gustaría decirle' que me sorprende, pero no es así. Esto es propio de mi hermano Diego. -Yo no lo entiendo, la verdad. -Su experiencia con Diego es inferior a la mía. De él cabe esperarlo todo. -Buenas tardes. ¿Me puedo sentar aquí? -Un chocolate, por favor. Me sentía encerrada en casa. Hay que ver lo importante que es ver la luz del sol. Le noto serio, don Felipe. No podemos contar con el envío de gemas de Diego. -Nos han contestado del puesto de correos al que enviamos el telegrama. No está allí. -¿Y no ha dejado otra dirección? -No está allí ni nunca ha estado. No llegó a aquella parte del país. -No es posible. Esa fue la dirección que nos dio para que contactásemos con él. Creo recordar que era en la ciudad de Diamantina. La zona del país donde se pueden encontrar los materiales que él buscaba. -Conoces a mi hermano. Cambiaría de opinión y no le pareció adecuado avisarlo. -No sé cómo podemos encontrarlo. -Si él no nos envía las gemas, tendremos que conseguirlas de otra forma. Y más ahora que tenemos la exposición de bellas artes. En fin, voy a hacer unas gestiones. -Seguro que encuentras la forma de recibirlas. Después iré a avisar a mi padre de la invitación de la exposición. Pese a su estado, tal vez lo escuche y sienta orgullo. -¿Quieres que te acompañe? -No, no es necesario. -Es lamentable que don Jaime no vaya a ser capaz de disfrutar de un momento tan importante de su carrera. ¿Qué cree que puede haberle ocurrido a Diego? ¿No se le ocurre ninguna forma de comprobar que esté bien? Pero no va a ser fácil. Nadie encuentra a quien no quiere ser encontrado. No sé si Simón y doña Susana van a creerme. Pero yo no le conté a mi padre que eran madre e hijo. Pues todo el mundo sospecha de ti. Y difícilmente creerán lo contrario. Por eso tienes que confiar en lo que te digo. ¿Lo pasó muy mal doña Susana? Fue bochornoso. Yo no apruebo que doña Susana haya tenido un hijo fuera del matrimonio, pero el sufrimiento fue excesivo. -Buenas tardes. -Es hora de misa, y como quiero ponerle una vela a mi hermano, te espero dentro. Veo que las cosas no mejoran. ¿No le habrás contado lo que pasó ayer? ¿Lo del beso? No se me ocurriría, fue un impulso. Estoy comprometido con María Luisa. Todos cometemos errores por amor. Nuestro beso no significó nada, Elvira. Tampoco para mí. Yo amo a Simón. ¿Y por qué te acercaste a mí? Por causarle celos. ¿Me estabas usando? Pero después me di cuenta que nunca debí haberlo hecho. No deberías usar a la gente. Y menos a mí, que soy el sobrino de Simón. Bueno, Víctor, tú también me estabas utilizando a mí. Los dos nos comportamos mal. Por eso lo mejor será que lo olvidemos. Y que dejemos de jugar. Vamos a hacer como si esto no hubiera pasado nunca. Voy a la iglesia. Hable con el servicio y manténganos informados. ¿Ha encontrado algo? -Me temo que aquí no vamos a encontrar nada. -Siempre se dejan pistas atrás. Si Diego no viajó a Brasil, quizá lo hizo a otro lugar. Quizá quede el resguardo de un billete de barco. La carta de alguna naviera o. El visado de alguna embajada. Vengo de registrar la biblioteca. Los cajones de la mesa están vacíos. ¿Qué está mirando usted? -Solo miraba el cuaderno de mi padre. Hay unas medidas anotadas por él a mano junto al diseño de la mayor de las joyas. Nunca he entendido qué significan. -Quizá no sean medidas. Pero entonces no sé qué son. Un misterio que nos dejó mi padre antes de que su mente se borrara. Cuando vinimos a la casa, antes de la marcha de Diego, todo estaba por el suelo. No sé si fue el mismo Diego quien lo hizo. -Y se limpió todo. -Me temo que sí. Cualquier pista sobre el paradero de mi hermano está ahora en la basura. -Tendremos que encontrar otra manera de buscarlo. Sin llamar la atención, por favor. Me gustaría llevar este asunto con la mayor cautela. No quiero que Blanca sufra innecesariamente. -No sabrá nada por mi parte. -Sabe que mi esposa siente un gran afecto por mi hermano. No me gustaría que las malas noticias perjudicaran su embarazo. Ha sufrido malestar estos días y esto podría ponerla aún más nerviosa. -No le diremos nada. Pero eso no significa que no se preocupe ante la desaparición de Diego. Entonces, ¿no está en Brasil? -Por lo menos no en la zona de las minas, donde creíamos que estaba. En el estado de Minas Gerais. -Tal vez está en otra zona de Brasil. Pero Brasil es tan grande, que es igual de difícil buscarle allí, que en cualquier otra parte del mundo. Pero no paro de darle vueltas a todas las cosas extrañas que ocurrieron cuando se fue y a las que no quise atender. -¿Como el desorden de su casa? ¿Y si fue atacado? -No lo creo, ha pasado mucho tiempo. Te habrías enterado, ¿no? Olga fue la última que estuvo con él. Quizá me haya ocultado algo de lo que pasó. -¿Y no estás haciendo una montaña de un grano de arena? -Si Diego estuviera donde dijo que iba a estar. -Diego se ha movido durante toda la vida por todo el mundo, sabrá cuidarse. -Espero que lo que dices sea verdad. -Pero ¿cuántas historias te ha contado sobre las minas de diamantes en Sudáfrica? ¿O de las esmeraldas en Sudamérica? O hasta de las perlas en las islas de la Polinesia. -Era un caudal de anécdotas sin fin. -Tú piensa eso, que cualquier día de estos aparece y te cuenta que ha estado viendo cómo se extraen de la tierra las piedras más preciosas del mundo. -Ay, Blanca, no te pongas en lo peor. Puede haber mil motivos para que no esté en Brasil. Que su viaje se haya retrasado, que él haya cambiado de opinión. O simplemente que no quiera ser encontrado. -Eso también me da miedo. Aunque sería mejor que su desaparición fuese voluntaria a que no pueda volver o pedir auxilio. No sé, tengo malas sensaciones. -Tus sensaciones no son premoniciones. Se llama amor. Y tú quieres convencerte de que no amas a Diego, pero es que cada vez que le ves, Blanca, tu mirada se ilumina. -Debo tener cuidado para no ser tan evidente. Solo espero poder volver a verle. -Siempre estamos a vueltas con el amor. Estará orgulloso. No puedo decir que no me hiciera feliz el teatrillo de títeres. Doña Susana no ha abierto el negocio. Está encerrada, llorando. Ya iba siendo hora de que alguien pusiera en su lugar a esa vieja beata. Toda la vida criticando la paja en el ojo ajeno y tenía la viga en el propio. Ya lo dice la Biblia: 'El que esté libre de pecado que tire la primera piedra'. Y ella no lo está, ni mucho menos. ¿Cómo pudo saber usted que doña Susana era la madre de Simón? Lo supe y punto. Todo el mundo piensa que se lo conté yo. Así tendrán menos ganas de hablar contigo. Pronto nos libraremos del bastardo de Simón y de toda su familia. Que resulta ser más grande de lo que parecía. Al final va a ser pariente de medio barrio. Padre, no puede manipular a todo el mundo. No puede tomar decisiones por mí. Decidir quién hablará conmigo y quién no. Puedo y lo hago. Además, esto no tiene nada que ver contigo, es algo que tenía con Simón. Míralo de otra forma. Querías venganza y te la he servido. Empieza una vida nueva. Sin una sastra que nos mire por encima del hombro y sin que su bastardo piense que es mejor que nosotros. ¿Damos un paseo? ¿Vamos a los Jardines del Príncipe? Buenas tardes. -Buenas tardes. -Alegra ver que hay alguien en el barrio que no pasea con mala cara. -¿Por qué no iba a ser así? Hace un día estupendo. Y el tiempo pone a cada uno en su lugar. -No hay nada más cierto. Y hoy, querida, luces especialmente hermosa. -Elvira es una hija maravillosa. -Lo mismo opino. Una mujer de la que cualquier joven podría enamorarse. Incluso los que parecen destinados a otras jóvenes. -¿Qué quiere decir con eso? Nada de enjundia. Solo quería decir, que para su hija nada ni nadie es imposible. Podría conseguir la luna si se la propusiera. Les dejo continuar con su paseo. Si no aparece algo que pruebe la existencia de Belarmino y su implicación en la estafa de los monumentos, tenemos muy difícil la defensa de Antoñito. -¿Y qué puede ser? Y le interrogaré minuciosamente. A ver si encontramos un hilo del que tirar. (Pasos) -Don Ramón, don Felipe, perdonen que les interrumpa. -Una noticia sobre el monumento a los caídos de las guerras de ultramar. Hubo muchas como esta, para nuestra desgracia. ¿Qué tiene esta de peculiar? -Nombra al escultor del monumento. Se llama Sepúlveda. -Que Antoñito nunca habló con él. Solo Belarmino. Él puede demostrar que ese canalla existe. -Es una posibilidad. El hilo que buscábamos. Tenemos que encontrar a Sepúlveda. -Si es un escultor renombrado. En el Ateneo me darán cuenta de él. Voy a escribir una nota. -Leonor Hidalgo conoce a todo el mundo en el periódico. Tal vez nos pueda poner en contacto quien redactó la noticia. Él nos dirá dónde encontrar a este escultor. -Esa es otra opción. Me pongo en marcha. -Muy bien, Lolita. Hoy he estado visitando a Antoñito. Y no está bien. -La cárcel es muy dura. -Pues se ha debido dar con toda la cárcel entera. Porque está magullado. -Don Ramón me dijo que había sufrido un accidente. -Aún es más grave que eso. 'Pa' mí que a Antoñito le están maltratando. Él no dice nada para no crear más problemas. Pero tiene que ayudarle. O me lo matan. Mañana iré y veré si las sospechas son ciertas. -Don Felipe, mañana quizá sea tarde. Vaya esta misma noche, se lo ruego, por favor. Un señorito al que le han dado toda la vida todo mascado. Y no se sabe defender. Así que todo lo que le contó a Jacinto era falso. -Sí, quizá es verdad que exageré un poco, pero fue una lucha de titanes. -Por favor, Servando, que nos conocemos. -¿Me estás diciendo que no me enfrenté a ese bandido con todas mis fuerzas? -No, no, no, le está diciendo que le echa mucho cuento al evento. El Pozoblanco ese amenazando con rebanarme el cuello. Que no estamos 'pa' muchas discusiones. -No, si yo le entiendo, hombre. -Luego estaba. Jacinto, que me tiene en un altar, y tampoco era cuestión de decirle que me tuve que cambiar de calzas. -Servando, por favor, que no hace falta que dé esos detalles, hombre. Vamos a ver, ¿le robó entonces? No me dejó ni un real. Todo lo que tenía 'pa' pagar la deuda. -Bueno, pues. Hay mucha gente esperando. Nosotros los primeros, vaya. Que el parné no lo regalan. -¿Que me estáis presionando? -Las deudas son las deudas. -¿Vosotros, que sois. Casi como unos hijos para mí? -Sí, bueno, cuando a usted le conviene. En asuntos de reales no hay familia que valga, Servando. Así que déjese de lamentos y ya está buscando la manera de encontrar el parné. -Qué ingrata es. -Servando, lo que le está diciendo Casilda se lo va a decir todo el mundo. Muchos de ellos le demandarán. Lo que tiene que hacer es buscar al comisario Méndez y denunciar el robo del facineroso ese. -Claro, 'pa' que me encuentre y me corte el gaznate, el Pozoblanco ese. -Bueno, pues necesita dinero para saldar las deudas. -Que sí, que sí, que lo estoy pensando. Pero es que no se me ocurre nada. -¿Ha leído usted el periódico? -No lo he leído. No quiero leer el periódico. ¿Serás mameluco? Que no sé de letras. -Lo digo por los anuncios, borrico, que ahí hay posibilidad de negocio. -¿Qué tripa se te ha roto? -¿Hay algún periódico aquí? -Sí, claro, 'pa' leer cómo va el mundo, ¿no te jeringa? -Vale cualquiera, aunque sea el que utilices para limpiar las ventanas. -Ah, pues entonces sí. En ese cesto. 'Venta de sombreros'. 'Venta de paraguas. Venta de pastillas para eliminar el olor de pies'. -Yo no sé lo que es eso. Mi pies huelen a flores. Ah, este parece interesante. 'Pastillas de caldo'. 'Concentrados industriales para hacer sopas y caldos'. ¿Qué me dice, Servando? -Pero, ¿cómo es eso? ¿Sin tener que cocinar? -No sé, habrá que averiguarlo. Pero parece un buen negocio. -Pastillas para caldo. ¿Ve?, eso no tiene futuro, pudiendo hacer un caldo en un puchero, como siempre. Se me tiene que ocurrir algo, se me tiene que ocurrir algo. -Martín, léeme eso enterito. -'Pastillas de caldo'. 'Pastillas para cocinar exquisitos caldos, sopas, guisos y demás'. (VOZ DE BLANCA) 'No puedo engañarte'. 'Aun teniéndolo todo para ser feliz: mi hermana. El hijo que espero, un buen marido; me siento. 'Esta casa es mi propia jaula'. 'El lugar en el que debo vivir una vida que me conviene'. 'Pero no la que deseo'. 'No logro olvidarte. Volar a tu lado'. -¿Qué lee usted, madre? Las palabras muchas veces son más fuertes que los puñales. Si alguien sabe usarlas. Se vuelven contra quien las ha pronunciado o contra otras personas. -¿Es el caso? Alguien va a arrepentirse de haber escrito estas líneas. -En su momento lo sabrás. -¿No confía en mí? -Sí, claro que confío en ti. Somos aliadas. Pero es mejor que no sepas de esto todavía. No es desconfianza. Es conveniencia. -¿Y de la exposición? ¿A qué viene tanto entusiasmo? -(RÍE) -Eres perspicaz. La única que se ha dado cuenta que mi alegría por el homenaje de Jaime Alday no es casual. Tampoco orgullo de santa esposa. -Algo esconde. -Hay algo de Jaime Alday que no me pertenece. Su cuaderno de proyectos. Samuel y Diego siempre lo han ocultado. Ahora, con motivo de la exposición, Samuel tendrá que mostrarlo. Será mi oportunidad para conseguirlo. -¿Qué tiene ese cuaderno que tenga tanto interés? -Un diseño muy especial. El colgante Ana. -¿Tan bello es? -Supongo que sí. Pero a mí no me interesa su belleza. Sino lo que se esconde en su dibujo. Que podría destruirnos. -Es bellísimo. -Y de una harmonía extraña e incomparable. -Y, sin embargo, es lo que menos me obsesiona. Son los números anotados a mano en los márgenes. -¿No son datos técnicos? Yo también lo creía. Pero lo he comprobado una y otra vez. No pueden ser medidas referentes a la pieza. Tiene que ser otra cosa. Tal vez mi padre nos estuviera enviando un mensaje. -Será mi deformación como autora, pero me apasionan estos enigmas. -Samuel, ¿encontraste algo más en tu visita a la mansión? -¿A qué te refieres? -A algún indicio sobre el paradero de Diego. Ya sabes cómo es Diego. Buscaba oro y crisoberilo. Eso lo puede encontrar en Diamantina o en cualquier otra ciudad de Minas Gerais. Podría estar en Ouro Preto, por ejemplo. No me extrañaría nada que estuviera en Ouro Preto. O tal vez en Belo Horizonte, disfrutando de los placeres de la vida. -¿Sin avisar? -¿Desde cuándo ha avisado de algo? ¿Cuándo se ha preocupado por alguien? -Diamantina, Ouro Preto, Belo Horizonte, Minas Gerais, oro, crisoberilo. Todas estas palabras me suenan como música celestial. Sobre todo si van acompañadas del diseño de una joya que va acompañada de unos números enigmáticos y un aventurero que busca piedras preciosas en mitad de la selva. (RÍEN) -Amiga, lo cuentas como si fuera una novela. -Es que tiene todos los mimbres para convertirse en una. -Solo te pido que le des un final feliz. Sepúlveda, sí, ese era el nombre del escultor. A mí me venía a la cabeza Sigüenza. -Bueno, al fin y al cabo son localidades cercanas. -Bueno, pero ¿le han encontrado? No hace ni media hora que Lolita nos dio el dato. Tiene que agradecérselo a ella. Tengo tanto que agradecerle. -Mañana nos pondremos a buscarlo. Estoy seguro que daremos con él antes del juicio. -Pero ¿y yo puedo hacer algo para ayudar? Llegar al juicio en perfecto estado físico. Antoñito, tenga mucha precaución. No queremos que nadie le calle la boca antes del juicio. No ha sido un accidente, ¿verdad? -Felipe, usted es abogado. Sabe perfectamente cómo funciona esto, así que, por favor, no me haga hablar. -¿Han sido otros internos? ¿O un carcelero? -No me obligue. -Se acabó el tiempo. El preso debe regresar a su celda. Tienen un minuto. ¿No es cierto? Usted no haga nada. Yo me ocupo de esto. Blanca, se hace tarde, deberíamos volver a casa. -Se está tan bien aquí. -Te recuerdo tu estado interesante. -Los hombres creen que el embarazo es una enfermedad. Como si las mujeres no hubieran parido hijos desde el principio de los tiempos. -Tu esposo se preocupa por ti. -Sabes que solo me interesa tu bien. -Si no nos ponemos de acuerdo con los cuidados durante el embarazo, imagínate cuando discutamos sobre la educación de nuestro hijo. -Será militar, ¿no? -Mucho menos. -Yo me lo imagino. Cardenal u obispo; o militar o algo de eso. -Espero que estés de chanza. -Oro y crisoberilo. Como me encargaste. Espero no llegar demasiado tarde. He cortado y pulido las piedras que ha traído mi hermano. Ha sido laborioso, pero creo que ha merecido la pena. -Es una hermosura. Estás preciosa. A quien sí tendría que dar una explicación es a Liberto. No debía haber sido el último en enterarse. -A Liberto ya le he dicho yo que su silencio está más que justificado. No solo se exponía usted a las maledicencias, también tenía un negocio que proteger. -Pensará que no he tenido confianza en él. Se habrá sentido ajeno a la familia. Vamos, el último mono. -Pero hablar con él no estaría de más. -Debería usted hacerlo, claro que sí. Verá como se mostrará más comprensivo. -No estoy yo muy segura. El desplante ha sido. -Yo le acompañaré mañana a visitar a Liberto, y todo se andará. '¿Ha dado con Sepúlveda?' -'Qué va, como si se lo hubiera tragado la tierra'. -¿Y si te ayudamos a dar con él? Yo me puedo pasar por todos los bares y cafés. Siempre que su trabajo se lo permita, se puede acercar a la escuela de artes y oficios. Así a lo mejor conozco a un dibujante más experimentado y me enseña unos trucos para aprender a dibujar más deprisa. -Bueno, nosotros podemos preguntar por el barrio. -Caray, en el 'mercao'. Lo mismo damos con el Sepúlveda antes del juicio. ¿Qué he hecho yo para no merecer su confianza? -Lo sabía Leandro y Juliana. Tienes razón. La familia entera lo sabía. No tengo disculpa para habértelo ocultado. -¿Sabe lo mucho que me ha dolido esto, tía? Yo siempre me he volcado con usted. Casi hasta la veneraba, ¿y así me lo paga? -No sabes lo que me avergüenza habértelo ocultado. Solo puedo decir. Que espero que algún día me perdones. -'El día de la feria' vi a su hija. Besándose con un hombre. -Eso es falso. Estuvo conmigo durante toda la velada. -No hay error posible. Vigilé a Gayarre como si del enemigo se tratara. -Pero a ella no. Y yo no he dicho que fuera con el mayordomo. No sería la primera vez que su hija se besa en público con alguien. -No me encienda, señora. Dígame el nombre del atrevido. Lo despellejaré. Lo colgaré del mástil del patio de armas. -'No se vengan abajo'. Hemos de seguir intentándolo. Muchos juicios se ganan con un testigo sorpresa en el último momento. -No creo este sea caso. Que ese tal Sepúlveda no era más que otra de las alas que utilizó Belarmino para seguir volando libre. -Y eso condenaría a Antoñito. -¿Desean tomar algo los señores? -No, gracias, Lolita. Sospecho, por tu actitud, que tampoco tú has encontrado a Sepúlveda. -Pues hemos ido a buscarle los otros criados y yo. Y no le hemos encontrado en ningún 'lao'. Nadie le conoce ni sabe su nombre, ni en los bares ni en las escuelas de artistas. Ese hombre es un espíritu. Y Antoñito, mientras, en el penal. ¿Qué piensas hacer? -Nunca le envié esa carta. Así mis sentimientos quedarán ocultos para siempre. Y eso es lo que pienso hacer. Fingir y, si puedo, olvidar. Mi familia es Samuel y. Lo que venga. -Blanca, no te va a ser nada fácil olvidar. Los sentimientos no pueden quedarse escondidos por mucho tiempo. Además, ni siquiera sabes si ese hijo es suyo. -Samuel es el padre. Mi hijo va a necesitar equilibrio, solidez. Y solo Samuel le puede dar esa firmeza. ¿Qué tipo de padre sería un aventurero como Diego? Tú viste el estado en que llegó. -'¿Y la herida de la mano?' -En las minas, los trabajadores trabajaban en régimen de esclavitud, o casi. Se lo hice notar al capataz. No se lo tomó bien. -A cuchillo, Felipe. Se formó una reyerta masiva. El capataz de marras no salió bien parado. Por eso me tuve que ir de Brasil con algo más que prisa. -¿Tiene cuentas pendientes con la ley? Tenía que regresar el dichoso Diego. No nos traerá más que problemas. -Pero con lo bien atado que lo tiene usted todo, ¿cree que Diego será una traba? Ha intuido que queremos formar una hermosa familia. Y eso sería nefasto. -¿Y qué piensa hacer usted? -Tomar cartas en el asunto, naturalmente. Capítulo 652 Capítulo 652 •. Desde Mazcue.com te vamos a brindar todos los enlaces para cada uno de los capítulos emitidos, desde el primero al último, que por suerte aún no llega. Y si queres, podes dejar tus comentarios para cada uno de ellos, compartir tu experiencia con el resto de los usuarios y televidentes que siguen a Graduados y así formar una comunidad de debate. Graduados Capítulos online • Capítulo 1 de Graduados:. Graduados - Tan Bionica > la canción de la nueva novela de TELEFE| > The new TELEFE soap opera's song. Mirá los capítulos completos de Graduados online, la mejor forma de volver a ver la telecomedia de Telefe luego de finalizada la transmisión por el canal de lunes a viernes; si te perdiste algún capítulo, si no lo pudiste ver, o si queres volver a verlos, en Internet y a través de la página oficial de Graduados en Telefe. • Capítulo 2 de Graduados:. • Capítulo 3 de Graduados:. • Capítulo 4 de Graduados:. • Capítulo 5 de Graduados:. • Capítulo 6 de Graduados:. • Capítulo 7 de Graduados:. • Capítulo 8 de Graduados:. • Capítulo 9 de Graduados:. • Capítulo 10 de Graduados:. • Capítulo 11 de Graduados:. • Capítulo 12 de Graduados:. • Capítulo 13 de Graduados:. • Capítulo 14 de Graduados:. • Capítulo 15 de Graduados:. • Capítulo 16 de Graduados:. • Capítulo 17 de Graduados:. • Capítulo 18 de Graduados:. • Capítulo 19 de Graduados:. • Capítulo 20 de Graduados:. • Capítulo 21 de Graduados:. • Capítulo 22 de Graduados:. • Capítulo 23 de Graduados:. • Capítulo 24 de Graduados:. • Capítulo 25 de Graduados:. • Capítulo 26 de Graduados:. • Capítulo 27 de Graduados:. • Capítulo 28 de Graduados:. • Capítulo 29 de Graduados:. • Capítulo 30 de Graduados:. • Capítulo 31 de Graduados:. • Capítulo 32 de Graduados:. • Capítulo 33 de Graduados:. • Capítulo 34 de Graduados:. • Capítulo 35 de Graduados:. • Capítulo 36 de Graduados:. • Capítulo 37 de Graduados:. • Capítulo 38 de Graduados:. • Capítulo 39 de Graduados:. • Capítulo 40 de Graduados:. • Capítulo 41 de Graduados:. • Capítulo 42 de Graduados:. • Capítulo 43 de Graduados:. • Capítulo 44 de Graduados:. • Capítulo 45 de Graduados:. • Capítulo 46 de Graduados:. • Capítulo 47 de Graduados:. • Capítulo 48 de Graduados:. • Capítulo 49 de Graduados:. • Capítulo 50 de Graduados:. • Capítulo 51 de Graduados:. • Capítulo 52 de Graduados:. • Capítulo 53 de Graduados:. • Capítulo 54 de Graduados:. • Capítulo 55 de Graduados:. • Capítulo 56 de Graduados: Clic para ver. 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Actualizamos esta lista a medida que se publiquen nuevos capítulos de Graduados, siempre Completos! Mientras tanto nos gustaría saber cuáles son tus personajes preferidos y quiénes pensás que son los mejores actores y actrices. Sinopsis: Loli ( Nancy Dupláa) y Andy ( Daniel Hendler) fueron compañeros del secundario en los años ochenta y no volvieron a verse en 19 años. Andy ha continuado con una vida relajada y se ha jurado vivir bajo una filosofía particular que está relacionada a no perder la libertad de la juventud y no acabar nunca con la diversión, conservando los mismos amigos del secundario Tuca (Mex Urtizberea) y Vero (Julieta Ortega), y teniendo un trabajo cómodo y sencillo como el de pasear perros. Loli se ha casado, ha tenido un hijo, Martín (Gastón Soffritti) y ha formado una familia en apariencia ideal, con Pablo (Luciano Cáceres), rival de Andy en el secundario. El cruce de ellos dos les revelará un secreto inesperado que cambiará sus vidas para siempre, y los obligará a ellos y al resto de los graduados, a replantearse que han hecho con sus deseos de la adolescencia. Algo de la Telenovela: Protagonizada por Erika Buenfil y Eduardo Yáñez, como protagonistas juveniles Eiza González, Sherlyn y Sebastián Rulli, con las participaciones antagónicas de Marjorie de Sousa y Francisco Gattorno. Además de contar con las actuaciones estelares de Susana González, Natalia Esperón, Guillermo Capetillo, Mónika Sánchez y los primeros actores Ana Martin y Enrique Rocha. La telenovela comenzó el 3 de septiembre reemplazando la telenovela Abismo de pasión en el horario estelar de las 21:15 por el Canal de las Estrellas. Sinopsis: Cuenta la historia de Diana y Raúl, dos policías que patrullan las peligrosas calles de Bogotá se enamoran. Pero ella, honorable y justiciera, ha decidido poner su corazón en pausa hasta que no se sepa cuál es el paradero del padre de su hija, el suboficial Vicente Yáñez quien fue secuestrado por la guerrilla seis años atrás. Cuando todos lo dan por muerto, Diana decide ponerle fin a su duelo, dejar a un lado su dolor y darle rienda suelta a los sentimientos que ha ido cultivando por Raúl. Sin embargo, el destino les tiene preparada una sorpresa difícil de resolver: Vicente es rescatado sano y salvo y vuelve para ocupar su lugar en la vida de Diana. Sinopsis: Cuenta la historia de Diana y Raúl, dos policías que patrullan las peligrosas calles de Bogotá se enamoran. Pero ella, honorable y justiciera, ha decidido poner su corazón en pausa hasta que no se sepa cuál es el paradero del padre de su hija, el suboficial Vicente Yáñez quien fue secuestrado por la guerrilla seis años atrás. Cuando todos lo dan por muerto, Diana decide ponerle fin a su duelo, dejar a un lado su dolor y darle rienda suelta a los sentimientos que ha ido cultivando por Raúl. Sin embargo, el destino les tiene preparada una sorpresa difícil de resolver: Vicente es rescatado sano y salvo y vuelve para ocupar su lugar en la vida de Diana. Algo de la Telenovela: Protagonizada por Erika Buenfil y Eduardo Yáñez, como protagonistas juveniles Eiza González, Sherlyn y Sebastián Rulli, con las participaciones antagónicas de Marjorie de Sousa y Francisco Gattorno. Además de contar con las actuaciones estelares de Susana González, Natalia Esperón, Guillermo Capetillo, Mónika Sánchez y los primeros actores Ana Martin y Enrique Rocha. La telenovela comenzó el 3 de septiembre reemplazando la telenovela Abismo de pasión en el horario estelar de las 21:15 por el Canal de las Estrellas. Algo de la Telenovela: Protagonizada por Erika Buenfil y Eduardo Yáñez, como protagonistas juveniles Eiza González, Sherlyn y Sebastián Rulli, con las participaciones antagónicas de Marjorie de Sousa y Francisco Gattorno. Además de contar con las actuaciones estelares de Susana González, Natalia Esperón, Guillermo Capetillo, Mónika Sánchez y los primeros actores Ana Martin y Enrique Rocha. La telenovela comenzó el 3 de septiembre reemplazando la telenovela Abismo de pasión en el horario estelar de las 21:15 por el Canal de las Estrellas. Capítulo 1 Video oficial de la novela de Telemundo La Reina del Sur completo: Teresa Mendoza (Kate del Castillo) y Raimundo Dávila Parra (Rafael Amaya)Conoce la historia de la mujer más poderosa en el mundo del narcotráfico, Teresa Mendoza que con su sensualidad y su coraje pudo conquistar el mundo del delito. SUBSCRIBETE: La Reina del Sur: Teresa jamás quiso convertirse en Reina de nada pero el destino le jugó sucio y el amor por ¨El Güero¨ la condenó, la eligió para ser Dueña de la Coca, y conquistar un mundo de hombres. Ella se convirtió en leyenda y hoy la conocen como La Reina del sur. SUBSCRIBETE: Telemundo Es una división de Empresas y Contenido Hispano de NBCUniversal, liderando la industria en la producción y distribución de contenido en español de alta calidad a través de múltiples plataformas para los hispanos en los EEUU y a audiencias alrededor del mundo. Ofrece producciones originales, películas de cine, noticias y eventos deportivos de primera categoría y es el proveedor de contenido en español número dos mundialmente sindicando contenido a más de 100 países en más de 35 idiomas. SIGUENOS EN TWITTER: DANOS LIKE EN FACEBOOK: GOOGLE+: La Reina del Sur| Capítulo 1| Telemundo. Basada en la obra de Arturo Pérez-Reverte, La Reina del Sur cuenta la historia de la legendaria Teresa Mendoza, una mujer que conquistó el mundo del tráfico de. Teresa y Santiago entran en su primera misión y, sin saber cómo, burlan la ley con un cargamento de coca mientras los acechan en el aire. Ver Capítulo 18. |
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